"Reapareciste en mi vida como aquella flor, traspapelada entre las páginas de ese libro al que se retoman sus lecturas, como ese arpegio que nos remonta en la luz de su velocidad al instante oportuno, que inspiró aquel beso y luego, todo lo demás..."

miércoles, 10 de febrero de 2010


Tal vez, por descubrirnos inminentes al cataclismo, es que no decidimos seguir el vuelo de los otros, sino entregarlo todo, en esta cama.

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David.