"Reapareciste en mi vida como aquella flor, traspapelada entre las páginas de ese libro al que se retoman sus lecturas, como ese arpegio que nos remonta en la luz de su velocidad al instante oportuno, que inspiró aquel beso y luego, todo lo demás..."

sábado, 22 de agosto de 2009

F Á B U L A

 
Puse una copia de la llave en su bolsillo… Necesito hacerlo papá, voy a estar bien. ¿Qué podía decirle? Y me vi yéndome de casa, regresar antes a mi cuarto a buscar restos de nada. Encontrarlo al viejo quebrado, en sollozo, cuando su semblante parecía el de un roble. ¡Ahora vos! cargado de bastidores, lienzos, óleos, cámara fotográfica en mano. ¡Más tarde paso por la guitarra, viejo!
¿Moraleja? Prescindir de nosotros, del embrión al primer llanto, a la vigilia de siglos, a su respiración, a su sinfín de monerías. Atentos al primer balbuceo, al primer diente, primer tropiezo, primer vocablo. Su primer día de clases, su primer garabato, su primer gol, primer faul. La primer salida, el primer trabajo… Ser guía en sus decisiones, labrador de sus frutos, estribo en sus aludes. IMPAR. Todo, por abocarlo a sus sueños.

Del libro "NOSOTROS HOMÍNIDOS"

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu comentario me ayuda a seguir en viaje... Gracias!
David.