I N T E M P E R I E S

Que puedo decirte. Durante este destiempo no hice más que pensar en ello… Parecería lo nuestro ser una tediosa labor para biomecánicos. Tu aprensión a emerger puede más que el resignar a tus papilas a degustar ese jarabe milagroso. Vagás con una suerte de eutanasia, donde los hacedores terminan siendo sus propios homicidas. Toda autonomía subyace un previo encarcelamiento. ¡Afortunados! mirábamos el espacio protegidos a través del vidrio de la escotilla. Requeríamos de aceptarnos, como sicarios redactando un currículum vitae… Aquel final fue latente, lo es la ilusión en ELLOS: redimir a sus padres aún. Volverlos “UNO”. Fibras ópticas en demasía dan vuelta al Globo. Tantos @IDILIOS dispuestos a aislarnos. ¡Tantos! alucinógenos sólidos, ¿para saciarnos? Conforts con fecha de vencimiento. Nacen y mueren hipocresías. Decirse de amor, tras los maltratos. “Brillantes” diseños delinean biósferas sobre el desierto del Amazonas… Lo reconozco, me ayudaste a salir adelante; es verdad, pero ¿Cuánto hice por tus estados? Horas “potenciadas” de desgate… Fuimos adeptos casi a las regresiones y su análisis… “Todo es cincuenta y cincuenta.” ¿Sabés algo? La matemática es toda una ciencia: Amo las letras… Mi despertar fue como el de un infante, que se descubre indiviso al seno de su madre. El decidirlo. El ideal de los Míos, derribado. Cruzar el marco e instaurar vacíos más allá de los espacios. Por último, readaptarme. ¿Qué te pensaste, que todo era? En realidad nunca lo vi así. ¡Pero te fuiste! ¡Nos dejaste! ¿Y que querías que hiciera? ¡Sufríamos intemperies! “Se debe sostener hasta haber agotado todos los recursos…” Mm… No. Tendrían que reformulárselo. Asimismo creímos, fieles “improvisos” a la liberación, que bifurcar destinos podía salvarnos. ¿De qué? Lo mismo me dije. Los prejuicios de los cuales aglutinamos “pilas”, nos retuvieron en vías de implosión. Hoy parezco vidente de las muecas ajenas. ¡Me fuerzan a la ironía! ¿Por? Es que hubo tanto de nosotros en ellas…

Del libro "NOSOTROS HOMÍNIDOS"